Bodega Val Azul
La bodega
Val Azul es una pequeña bodega, situada en el corazón mismo de las 9 hectáreas de viñedos, que nacieron con este siglo, de los que extrae sus propias uvas, de variedades Syrah, Cabernet y Merlot. Quien visite esta bodega, situada en un atractivo entorno natural en el término municipal de Chinchón, podrá participar en una cata de vino a orillas del lago junto a la bodega, visitar los viñedos que lo rodean y acceder a las instalaciones del proceso de elaboración y crianza. Además, Chinchón ofrece grandes posibilidades culturales, gastronómicas y de hospedaje.
En un entorno espectacular, a tan solo 30 minutos de Madrid, se encuentra la Bodega Val Azul, una bodega familiar que nace con este siglo. Solo elaboran vinos de alta calidad procedentes de su propio viñedo ecológico de 9 hectáreas, plantado alrededor de la bodega.
Tienen el ambicioso compromiso de transmitir el respeto hacia esta tierra, hacia sus viñedos únicos y singulares, con el objetivo primordial de emocionar, compartir las vivencias que en cada añada que elaboran.
Para que puedas vivir en primera persona todo el periplo de la uva hasta convertirse en vino, incluyendo el conocimiento de la vid in situ, el tratamiento del mosto, la vinificación y el envejecimiento de los vinos y puedas pasar un día muy divertido, tienes la opción de realizar una actividad de pisada de uva de una manera tradicional y disfrutando de un aperitivo increíble, todo ello catando sus vinos.
También a pocos minutos de la viña disponen de una amplia finca con salón para eventos, reuniones, catering, team building, presentaciones, etcétera. Con modernas instalaciones y las mejores vistas en un entorno en plena naturaleza.
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Variedad de uva
Cabernet Sauvignon
Cabernet Sauvignon
Es una cepa de cultivo «sencillo», lo que en parte explicaría su profusión en las viñas internacionales. En cualquiera de los casos, suele preferir los terrenos profundos y frescos con buena capacidad para la retención de agua. Aunque sensible a la sequía, su vigorosidad le permite adaptarse a distintas condiciones climáticas, con una mayor resistencia al viento con respeto de otras variedades.
En relación a las afecciones propias de la vid, es débil ante el oidio; su rusticidad la hace resistente al mildiu y la excoriosis, y el espesor de la cutícula de sus granos a la botrytis.
Sus cualidades se demuestran durante el envejecimiento en barrica que hace que sus caldos se señalen por altos niveles de acidez y aromas a ciruela —la falta de temperatura y maduración de la uva provoca el predominio de los olores tipificados como «pimiento verde», y su exceso los de «fruta compotada»—.
Aunque efectivamente es muy apreciada para la elaboración de vinos de guarda, también se puede obtener de la Cabernet Sauvignon un producto más suave de consumo temprano y para los que se suele practicar, bien una maceración carbónica, bien durante un período de tiempo muy corto.
Se habla de su origen bordelés por los antiguos sinónimos «Vidure» —«viña dura», atribuido al agrónomo francés del siglo XVIII e hijo de Montesquieu, Jean-Baptiste de Secondat—, y «Vidure Sauvignonne». Ambos estarían identificados con la cepa «Biturica» que citaba Plinio «El Viejo» como para referirse a los vinos elaborados por los antiguos habitantes del Médoc, los bituriges vibisci.
Jean-Baptiste de Secondat de Montesquieu se referiría a ella como «la uva sin fallos».
La variedades más comúnmente confundidas con Cabernet Sauvignon son Cabernet Franc, Carmenère.
Merlot
Merlot
Su porte semi-erguido suele obligar al empalizamiento. Gusta de climas fríos y suelos arcillosos pues como cepa de brotación y maduración medianamente tempranas, su ciclo vegetativo es corto —lo que además incrementa su sensibilidad ante las heladas primaverales—. Entre las afecciones propias a la vid es vulnerable ante la botrytis, el mildu y el corrimiento.
Se recomienda que la cosecha sea realizada en pocos días debido a su veloz sobremaduración — otros enólogos prefieren provocarla y aplicar en climas fríos un deshojado en la zona de los racimos para aumentar su iluminación y evitar riesgos de podredumbre—.
Produce vinos de acidez media, ricos en alcohol, y en los que los taninos son abundantes pero suaves. Igualmente son característicos sus aromas afrutados —que recuerdan a la grosella negra, al arándano y a la mora— con algunos matices herbáceos.
De excelente comportamiento para la elaboración tanto de jóvenes como de guarda, es precisamente en el envejecimiento que con frecuencia es utilizada en caldos de mezcla, tanto con sus otras compañeras bordolesas como son la Cabernet Sauvignon y la Petit Verdot, como con las autóctonas, entre las que especial mención debemos dar a la originada con el Tempranillo.
A la Merlot también se la solía llamar «lou seme doù flube», «la simiente del río», pues existía la leyenda de que habían sido cultivadas en el Valle de Arán de Lérida, donde nace el río Garonne que discurre por las tierras francesas de Aquitania.
En el panorama internacional es fundamentalmente conocida por el vino Médoc, un burdeos tinto original de la región francesa de igual nombre.
La variedades más comúnmente confundidas con Merlot son Camenère, Menoir.
Syrah
Syrah
Aunque de ciclo vegetativo largo, su periodo de recolección es relativamente corto. Gusta de climatologías con abundantes horas de sol y temperaturas altas. Es sensible a la sequía y al viento —por lo que requiere de las prácticas del empalizamiento y la poda corta—.
La botritis es la principal enfermedad a la que suele ser vulnerable. Además, en 1993 comenzaron a verse en Francia los primeros síntomas de una afección exclusiva de esta variedad que se bautizaría como «Decaimiento de Syrah», y que pronto se extendió a los viñas de países como Argentina, España o Estados Unidos.
Suele proporcionar buenos resultados tanto en vinos jóvenes como de crianza en barrica de roble; se hacen distinguir por elevados índices alcohólicos y de acidez, el color carmín y aromas propios al cuero, el tabaco o el regaliz. Igualmente es habitual encontrarla elaborando vinos rosados.
En los coupages gusta ser buena compañera de la Cabernet Suvignon —en el que se combina el carácter herbáceo de ésta con el especiado de la Syrah—, de la Tempranillo —a la que aporta la acidez requerida—, o la Garnacha Tinta —permitiendo a la mezcla soportar un proceso de crianza—.
Persiste la leyenda popular que sitúa el origen de la variedad en la antigua Persia: desde siempre se ha especulado con la posibilidad de que la Syrah fue introducida por el pueblo fenicio alrededor del 600 a.C., o incluso por los cruzados entre 1095 y 1291 —lo cual resultaría bastante improbable ya que las Cruzadas concentraron sus designios fundamentalmente en Tierra Santa, y no fue nunca su intención llegar más allá en sus conquistas—.
Plinio «El Viejo» hablaba de la variedad «Syriaca» como una versión tinta de la Aminea, que decía crecía en Siria. Su descripción fue usada posteriormente para proponer un discurso en el que la Syriaca habría sido la antecesora de la Syrah.
La variedades más comúnmente confundidas con la Syrah son Dureza, Duraz, Mondeuse Noire, Persan, Serina e Zezë, Shesh i Zi.