Descubre las bodegas de Madrid

Desde 1925 hasta la actualidad, donde realizamos con técnicas más modernas el proceso, manteniendo el mismo cariño por el vino y la dedicación de antaño

Viticultura ecológica, con respeto, paciencia y trabajo duro con viñedos viejos, plantados en pequeñas parcelas de suelo granítico

Tierra Calma es un proyecto familiar de Rafael y Elena, ambos atraídos por la Magia de Gredos, por sus singulares suelos de granito, y sus viñedos centenarios. Su visión es descubrir todo el potencial de los viñedos autóctonos de Garnachas y Albillo Real, recuperando viñas viejas, y transformando los viñedos en ecológicos, siguiendo así su filosofía del respeto a la tierra para elaborar vinos con la mejor expresión de los diferentes parajes.

La bodega se halla enclavada en Cenicientos, en el extremo suroeste de la Comunidad de Madrid, donde pinares y montes, mezclados con viñedos, anuncian la proximidad de la Sierra de Gredos. El cultivo de la vid es la base de la agricultura de la zona, gracias a las buenas condiciones cualitativas que presenta. Altitud superior a 700 metros, cepas casi centenarias, y una produccion de vino por hectarea pequeña, que posibilita la obtencion de unos caldos de gran calidad.

El proyecto 4 Monos nace de la amistad entre Javier García, Laura Robles, David Moreno y David Velasco, cuatro madrileños que decidieron lanzarse a la elaboración de vino casi por casualidad.

Bodega Valleyglesias es la bodega privada pionera de la Sierra Gredos, una auténtica bodega familiar. Está situada en medio de la naturaleza en la cima de un cerro, entre viñedos, en una de las zonas de enoturismo más bonitas de la D.O. Madrid.

Según la tradición, en Villa del Prado se elaboran vinos desde el siglo XIII, y es en 1963 cuando se construye la bodega actual, en la que se incluye la más moderna tecnología para la elaboración y crianza de los vinos.

Los vinos de la Bodega Cristo del Humilladero proceden de los viñedos de garnacha de cepa vieja que se cultivan en el pueblo de Cadalso de los Vidrios, en la Sierra de Gredos, desde mediados del siglo XX.

La Bodega de Las Moradas, rodeada de viñedos centenarios de Garnacha, cuenta con unas instalaciones sencillas y prácticas, con capacidad para producir unas 80.000 botellas por añada aunque en la actualidad la producción es inferior. Es una bodega respetuosa con el medio ambiente en la que todos los subproductos se reutilizan. Lías, orujos y el agua de su lavado se envían a la destilería. El raspón se usa, junto con estiércol de caprino de explotaciones vecinas, para elaborar un compost y se incorpora al viñedo como abono.