Tielmes

26/02/2018
Datos de interés:
 Dirección: Plaza de la Constitución, 1
 Teléfono: 918 74 66 19
 Web: www.tielmes.es

Tielmes se encuentra situado en una zona de gran fertilidad natural, en la cuenca del río Tajuña, siendo esta característica geográfica lo que explica que el lugar haya sido emplazamiento permanente de todo tipo de poblaciones que han visitado la Península Ibérica, estando habitada desde la Prehistoria.  Como característica común y como eje vertebrador de todas las formas de civilización que se han establecido en el territorio de Tielmes está el río Tajuña. Fue éste quien posibilitó el asentamiento de los pueblos europeos posteriores al periodo prehistórico que penetraron en la Península Ibérica, siendo los caracitanos, tribu de raíz celtibérica, los primeros de los que se tiene constancia histórica escrita de su presencia en el valle del Tajuña.

El nombre de Tielmes se cree que es una derivación del término Thermeda de origen romano, el cual se utilizó para denominar el lugar donde, según relata la tradición, nacieron y vivieron los hijos de San Vidal, Justo y Pastor, quienes fueron ajusticiados por los romanos en tiempos del pretor Daciano y del emperador Diocleciano en el siglo IV.

En la invasión bárbara de la Península, Thermeda es tomada por los visigodos, como lo demuestra la existencia de una necrópolis de esa época muy cerca del pueblo. Estos introdujeron nuevos cultivos agrícolas, lo cual se vio favorecido con la llegada de los árabes y a la innovación en el sistema de riegos que éstos posibilitaron.

El artífice de la reconquista y de la expulsión de los árabes fue Alfonso VI, quien inicia el periodo de dominio cristiano, aunque no será hasta años más tarde con su derrota definitiva, alrededor de 1212, cuando llegue la estabilidad al pueblo y se empiece a organizar la vida en sociedad en los aspectos político, social y económico, aunque hay que señalar que la Edad Media termina de forma traumática: una epidemia de peste negra diezma de forma espectacular a la población, haciendo perder a Tielmes su condición de municipio.
La historia de Tielmes a partir de los siglos XV-XVI es la de un continuo ir y venir en manos de nobles y aristócratas que aprovecharon la crisis económica de la Corona, consecuencia de las campañas bélicas exteriores, para adueñarse del territorio, dependiendo de la jurisdicción de Alcalá de Henares hasta mediados del siglo XVI.

En la Guerra Civil, el pueblo fue tomado por el ejército republicano y se convirtió en un importante punto de apoyo para el mismo a partir de 1937. Edificios y parajes emblemáticos del municipio se convirtieron en improvisados hospitales, polvorines, salas de intendencia, etc.

En los años 50 se crean las primeras granjas avícolas y en la década de las 60 tiene lugar la gran industrialización del municipio con la puesta de en marcha de diversas industrias que absorberán gran parte de la mano de obra existente en el municipio, mano de obra que, en muchas ocasiones, provenía de las labores agrícolas.

Hoy en día Tielmes es un municipio adaptado a los nuevos tiempos y a las nuevas coyunturas sociales, ha dejado de ser un municipio eminentemente rural, en cuanto a actividad económica, para convertirse en un pueblo más abierto a la inversión exterior y al turismo, receptor de inmigración y cada vez menos «productor» de emigración, tratando de aprovechar aquello que le hace ser diferente, es decir, su cultura, sus tradiciones y su medio natural.

LAS CASAS CUEVA

Este hábitat tiene en España su origen en la Segunda Edad del Hierro y primeros tiempos de la dominación romana. Las viviendas comenzaron a construirse de forma generalizada en la primera mitad del siglo XVIII y, aunque es en Tielmes donde mayor impacto ha tenido a lo largo de los años, presenta magníficos ejemplos no sólo en este municipio sino también en toda la Ribera del Tajuña (Carabaña, Perales, Morata y Titulcia). El mayor auge se experimentó a mediados del siglo XX (algunos estudios afirman que en esos años existían 235 cuevas habitadas), quizá debido a las difíciles circunstancias de la época posterior a la Guerra Civil.

La población que habitaba las cuevas era la más desfavorecida económicamente, jornaleros o pequeños propietarios agrícolas, carentes de recursos económicos para poder acceder a una vivienda al uso. Se excavaban con el único requisito de pedir permiso, aunque a partir de 1960 el Ayuntamiento fue adquiriéndolas para cederlas a sus moradores.  Actualmente casi todas han sido sustituidas por casas en altura o han pasado a utilizarse como almacenes o bodegas.

Estas cuevas eran construcciones de una sola planta, distribuidas según las circunstancias pero que compartían estructura.   En el portal de entrada se abrían los huecos de las habitaciones. La cocina era el principal elemento ya que, además de cocinar en ella, eliminaba la humedad y repartía el calor uniformemente por toda la vivienda. La cuadra se excavaba si la cueva era grande al fondo y si era de poco tamaño en una cueva anexa. Las habitaciones se distribuían según las necesidades; en el interior no había puertas, las habitaciones se tapaban con una cortina.  La altura de los techos variaba por los defectos de su construcción, tenían unos dos metros y medio, generalmente más bajos que una casa, y de forma abovedada en cañón en las habitaciones o de arista en el portal de entrada.

Hoy día las escasas cuevas habitadas cuentan con todos los medios para hacer la vida digna, diferenciándose poco de una casa pues cuentan con luz eléctrica y agua corriente, la mayoría se han conservado al construirse una casa delante quedando como unas dependencias más, como bodegas, pequeños museos de aperos de labranza, o para dormir en ellas los días más calurosos de verano.

El Museo Casa Cueva

El Museo Casa Cueva cuenta con seis estancias, distribuidas en una parte delantera y otra parte trasera.  En la primera se encuentran la cocina, el recibidor y el dormitorio infantil, en la parte trasera se sitúan la alcoba del matrimonio, el trastero y el gallinero o cuadra.

Por su valor antropológico e histórico y como muestra del aspecto que presentaban estas viviendas en sus días de mayor auge, hacia los años cincuenta del pasado siglo, el Ayuntamiento ha rehabilitado esta cueva en el año 2006.

MUSEO CASA Y ESCUELA RURAL

El objetivo principal de este Museo es recuperar, proteger y mostrar el modo de vida de nuestros antepasados.  Su condición de casa-escuela es el hecho más singular, que recupera de este modo la primitiva dedicación que tuvo.

El edificio está dividido en dos plantas, con fachada porticada y galería balconada en madera, típica de la zona, que se asoma a un amplio jardín delantero. En la planta baja se hallan el portal, la cocina, el comedor y la escuela, mientras que en la planta alta se encuentran los dormitorios. Todos los enseres y objetos que visten la casa son aportaciones de los vecinos y datan de la época.  La rehabilitación se ha efectuado respetando fielmente el modelo constructivo, conservando en todo lo posible los detalles y acabados originales, logrando evocar con ello tiempos pasados llenos de recuerdos.

El Museo está ubicado en un antiguo edificio construido en la primera mitad del siglo XIX en los terrenos de la antigua iglesia, que al ser demolida pasaron a ser propiedad del municipio, construyéndose en ellos la escuela del pueblo.  Hasta el año 1945 fue escuela de primeras letras y posteriormente vivienda del maestro, hasta que en los años 70 se clausuró.  Durante el proceso de rehabilitación en el año 2001 se descubrieron en la fachada superior unas pinturas hasta ese momento desconocidas.  De temática militar, se trata una representación única en un edificio civil.  En ellas se representan miembros de la Guardia Civil desfilando precedidos por el tambor mayor y rindiendo homenaje a un personaje a caballo, cerrando la composición un armón de artillería.  Por el estudio de los uniformes se han fechado entre los años 1840 y 1860.  Se desconoce su autor, así como el motivo exacto de su representación, pudiendo interpretarse como escenas de la Guerra de África, como representación de la entrada triunfal de O’Donnell en Madrid el 11 de mayo de 1860 o incluso como lección de instrucción militar a los más jóvenes.

LAVADERO MUNICIPAL

La calle Huertas no fue el primer emplazamiento que se eligió para el Lavadero municipal. El antiguo lavadero se encontraba en la Plaza de la Iglesia, y se construyó a partir del sobrante de agua de la única fuente pública existente en el pueblo, a comienzos de la década de los años veinte del siglo pasado.

En 1927, una visita del Gobernador advirtió a la corporación municipal de las condiciones insalubres y de los focos de infección que podría producir, además del perjuicio antiestético por encontrarse en una de las zonas principales del pueblo.

Las piedras que formaban el Lavadero original fueron utilizadas para la nueva construcción, que se terminó definitivamente a principios de los años treinta.

En la actualidad, este edificio ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento con ayuda de los fondos europeos, y casi 80 años después todavía puede verse a algún vecino de Tielmes haciendo uso del Lavadero Municipal.

IGLESIA PARROQUIAL

Es el principal monumento y está dedicada a la advocación de los Santos Niños Justo y Pastor.

Es un claro ejemplo de iglesia barroca madrileña.  La Iglesia Parroquial de los Santos Niños Justo y Pastor comenzó a levantarse en 1637 en terrenos de D. Julio César Escazuola, señor de la Villa. Es de estilo renacentista-barroco, y se terminó en 1787, con la ayuda de la Condesa viuda de Pernía, el Ayuntamiento y los vecinos, tras un largo periodo de paralización de las obras.

De una sola nave, con columnas toscanas, arcos de medio punto, bóveda de cañón y torre de tres cuerpos, da nombre a la plaza más emblemática del municipio de Tielmes, en la cual se encuentra su fuente pública más antigua, construida en 1872. Durante años fue el único abastecimiento de agua para consumo humano del municipio. En ella figura una inscripción que dice: “se hizo a expensas de los vecinos de esta villa”.

PUENTE SOBRE EL RÍO TAJUÑA

Datado en ocasiones erróneamente como romano o medieval, su construcción se debe a la iniciativa del segundo señor de la villa, don Julio César Escazuola y Juzén, para sustituir, probablemente, a un puente de madera que debió de haber en este lugar.  Las obras, que dan comienzo en mayo de 1637, fueron dirigidas por el maestro cantero Juan de la Torre y debieron concluir en pocos meses ya que su carácter utilitario, entonces paso obligado de la carretera a Valencia, lo requería.

Se trataba de un puente de gran eficacia frente a las riadas y de poco coste de construcción. Fue construido con perfil alomado y tímpanos de mampostería sobre un arco único de medio punto de sillería de grandes dimensiones.  Hacia la mitad del puente se crea un ángulo sobre la base del mismo, lo que le convierte en una joya arquitectónica.

La construcción original duró poco menos de un siglo pues, en el verano de 1706, durante la Guerra de Sucesión, el continuo paso de las tropas austriacas y la maquinaria de combate del Archiduque Carlos junto con la gran riada sufrida en el invierno de ese mismo año produjeron el debilitamiento de la estructura y el posterior derrumbe de su único arco.

Veinte años después sería reconstruido siguiendo el modo original.  Desde entonces se han llevado a cabo dos importantes restauraciones, en 1998 y en 2013, que han intentado mantener las características de la construcción además de preservar los materiales originales de la misma.

ERMITA DE LOS SANTOS NIÑOS

Se trata de un pequeño templo de gran   devoción popular para los habitantes de Tielmes ubicado al pie del llamado “Risco de los Mártires”.  Se trata de un edificio de construcción en mampostería de baja calidad, obra tal vez del alarife mayor de la villa, levantado a comienzos de la segunda mitad del siglo XVIII gracias a las aportaciones económicas de los vecinos. Su interior carece de adornos escultóricos salvo una hornacina donde cada 5 de agosto, día que se celebra la procesión a esta ermita, se colocan las imágenes de los dos santos.

ERMITA DE SAN ISIDRO LABRADOR

Pequeño templo levantado a principios de los años 80 del siglo XX por la Hermandad del Santo Labrador y sufragada con fondos de un vecino de la localidad. Reedificada posteriormente en 1992. A ella se acude anualmente el 15 de mayo día de su festividad en la procesión que organiza la Cofradía, su acertada situación en el cruce de la carretera de Villarejo de Salvanés y el camino que conduce a la ermita de los patronos hace que su visita sea muy saludable por el entorno donde se ubica.

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